Una semana en Madrid. ¡No me he equivocado!

Correr en el Retiro es una buena vía de escape

Si es la primera vez que entras en este blog, aquí tienes detallado su objetivo.

@DimpelSoto

Después de mi primera semana en Madrid siento que he hecho lo correcto. ¡Y es curioso! Porque me ahogo de calor, sigo sin trabajo y las horas pasan demasiado despacio. Y aun así, estoy contenta.

Posiblemente, la conciencia tranquila tiene mucho que ver. Puedo mirarme al espejo, dormir en mi almohada y concentrarme frente a la pantalla de mi ordenador... Y todo porque sé que estoy haciendo todo lo posible por cambiar el devenir de mi sino. 

¡Y la rutina siempre es la misma!: repaso exhaustivo de ofertas de trabajo online, contactar con colegas de profesión que puedan orientarme sobre qué puertas podría ir a llamar, ampliar mi red de contactos en Linkedin, escribir sin cesar en mi wordpress y leer. Leer mucho. Aprender. Formarme sin cesar. ¡Eso es lo maravilloso del injusto paro! Tener la posibilidad de devorar libros, reportajes, noticias, blogs... Tener esa maravillosa sensación de que día que pasa, día que entiendes mejor el mundo. Minuto que pasa, nueva idea que llega sobre cómo contribuir al cambio. Al mío, y al de todos. Al de mi profesión. Un viejo oficio que pasa por uno de sus momentos más difíciles, y no sólo me refiero a cómo la crisis financiera está destruyendo puestos de trabajo o borrando del mapa grandes cabeceras. No. Más bien, me refiero a cómo los profesionales de la información hemos permitido que nuestra credibilidad se vaya al garete. ¡Porque así ha sido! 

La inmensidad del museo Reina Sofía...

De mis publicaciones en dimpelsoto.wordpress.com uno llega a la conclusión de que aquellos soñadores que queramos seguir viviendo del Periodismo tenemos dos opciones: uno, desistir; dos, cambiar el chip. ¡Y en todas sus posibles interpretaciones! Se acabaron los contratos fijos, los grandes medios, los grandes sueldos, esperar que te llamen o enrocarte en los hábitos de siempre. Ahora es el momento de los luchadores, de los que se esfuerzan por buscar nuevas vías de trabajo, de los que asumen que trabajarán en más de dos sitios a la vez, de los que querrán conocer verdaderamente las posibilidades de Internet, de los que dejarán de lado los egos y entenderán la importancia de participar en los proyectos de otros, de arriesgar, de conocerse a sí mismos y descubrir qué pueden ofrecer de diferente. De entender que nuestros lectores-oyentes-telespectadores quieren información -no opinión-. Que nuestra sociedad está dispuesta a pagar por aquellos trabajos periodísticos que busquen la verdad y que no estamos luchando en vano. Tenemos que asumir que el esfuerzo se ha elevado al cubo, pero que nos llevará a un buen lugar. ¿Cuál? El de vivir de nuestro oficio y el de construir una sociedad mejor.

Y todo esto que escribo se basa en hechos. Hay muchos colegas que están consiguiendo tirar adelante a pesar de las circunstancias. Muchos que están reciclando sus conocimientos y aplicándolos en otros ámbitos laborales e, incluso, otros que han creado sus propios medios de comunicación. Eso sí, con normas y hábitos bien diferentes. Y no requiero de mucho esfuerzo para que me vengan sus nombres a la mente: Mongolia, La Marea, ObamaWorld, SBP-CA, la Tribuna Interpretativa, InfoLibre, elDiario.es, El Extrarradio...

Evidentemente, no es fácil crear un medio de comunicación. Pero, ¿por qué no intentar trabajar con ellos?  Es cierto que algunos de esos medios online han empezado ahora a cubrir gastos, y que las colaboraciones son difíciles. Aun y así, yo lo voy a intentar.

Madrid. Gran Vía. 

O también os recuerdo mi entrevista a Josep Maria Brugués, donde nos explicaba cómo el sector de la comunicación corporativa es una buenísima vía profesional para aquellos periodistas que nos hemos quedado en el paro.

Lo que está claro es que este desbarajuste social está dejando en ruinas muchas cosas. Pero lo positivo de ello -si me permitís hacer uso de ese palabro- es que nos vemos obligados a reconstruirlo todo de nuevo. ¡Y ahí está nuestra gran oportunidad! Debemos localizar nuestra primera piedra, asumir que ayudaremos a otros a levantar la suya, que el esfuerzo será grande, que tendremos que inventar un nuevo método de construcción y que no debemos cesar a pesar del cansancio. ¿Da pereza? Bueno... A mí me da terror seguir como estoy ahora. 

Antes de despedirme, quiero recomendaros dos lecturas: "Papel Mojado" y "Memorias Líquidas". Dos libros que te ayudan a entender qué le está sucediendo al periodismo, el porqué y hacia dónde deberíamos ir. A mí me están dando muchas ideas... y fe.

¡Ah! Es posible que en septiembre empiece a trabajar en algún que otro medio digital. No es nada seguro y estoy pendiente de muchos cabos sueltos, pero os lo cuento para que veáis que todo lo que estoy haciendo está dando algunos frutos. Sin duda, Linkedin es una gran herramienta. No lo dejéis pasar...

¡Al frente, colegas!