"Cuando la vida nos desafía, es necesario que despierte y aflore todo ese mundo de posibilidades que cada uno de nosotros alberga en su interior"

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domingo, 2 de junio de 2013

Cojones y rigor

  • 57 días en paro
  • Estado de ánimo: tranquila
  • Libro de cabecera: "Cien años de soledad" de García Márquez
  • Novedad: me voy de Barcelona
  • ¿Quién soy?: www.dimpelsoto.es
  • Sígueme: https://twitter.com/DimpelSoto                                                                 
  • Para los que no conozcáis este blog, AQUÍ tenéis detallado su objetivo

  • Esta semana ha sido extremadamente profunda. Y quieta. No acabo de saber si realmente eso me gusta, pero así ha sido. ¿Es responsable no estar ansiosa? ¿Es lógico no agobiarme como lo hacía los primeros días? ¿Me estoy relajando? ¿De qué va esto?

    Susurros de la culpa...

    Pero también tiene cosas buenas el no subirme por las paredes.

    Y una de ellas ha sido la desaparición del miedo limitante que me ha acompañado desde que me quedé en el paro. Posiblemente, mi pequeño proyecto de wordpress, las clases de formación en el Col·legi de Periodistes y mi futura vida en Madrid han copado todo mi espacio mental. Creo que eso es lo que llaman Carpe Diem. Aquí y ahora. No anticiparme a un futuro que, aunque se dibuja desolador, nunca podré suponer con certeza. Esa es la magia del presente, supongo...

    Cierto es que mi conversación con Álex Rovira fue una caricia de calma, una palmadita en la espalda para seguir adelante y un flujo de autoconfianza que, ¿para qué negarlo?, necesitaba como el respirar. De esa entrevista se definió una Dímpel que hacía tiempo que no veía. Una Dímpel convencida de estar siguiendo el camino correcto, aunque en las noches de insomnio los números no cuadren y el tiempo avance sin remilgos. Ese camino se llama satisfacción personal y profesional, porque sigo haciendo lo que más me gusta: preguntar, aprender y comunicar. Y lo más maravilloso de todo es que hay personas que siguen ese trabajo, que me escriben, que me animan. Que me hacen sentir que no estoy sola y que, como yo, tienen ganas de ser ayudadas y ayudar.

    Tampoco voy a ser excesivamente ingenua, porque sigo siendo un número en el INEM. Sigo sin trabajo y el tiempo pasa. Ya lo sé. Pero no voy a parar. Ni de buscar trabajo, ni de seguir ejerciendo de periodista por amor al oficio. Creo que ambas realidades son complementarias y recíprocas. Una alimenta a la otra. La otra empuja a la una. Y es así. Porque comprobar cómo tanta gente está regalándome su tiempo para que yo le formule mis preguntas existencialistas, no es más que un gesto de apoyo y de que, de algún modo, creen que lo que hago tiene un cierto sentido. ¿No?

    Aun así, lo más importante es que mi fe no desfallezca. O que no dependa de la aprobación de los demás. ¡Gran cuenta pendiente!

    O no olvidar que si sigo adelante es porque creo en mi pasión. Creo en aquella niña que se cocinaba informativos en su cuarto de juguetes y los radiaba a través de una caja de cartón en forma de tele. Y creo en la mujer de 29 años que siente que la perseverancia es, y siempre será, una gran baza. Y si estoy equivocada, sólo lo sabré con el tiempo. Por ello, volvamos al Carpe Diem.

    Vomitadas mis reflexiones, me despido con la frase que me dijo Álex Rovira antes de decirnos adiós: "Posa-li collons i rigor. D'això només pot sortir quelcom bo". (Ponle cojones y rigor. De esto sólo puede salir algo bueno). Yo no pude más que abrazarlo y decirle GRACIAS.

    ¡Sigamos adelante!






    Mis dedos no han dejado de teclear en búsqueda de trabajo, ni en escribir

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